Piensa, el silencio es ensordecedor.

Septiembre, 2017.-

Y así estoy, en una especie de limbo qué no se como puedo esquivar.

Soy de carácter fuerte pero de corazón débil, es mi naturaleza, a veces pienso que  de escribir mis memorias, produciría una tragicomedia y no sólo por lo graciosas o trágicas qué puedan ser mis vivencias, sino por las contrariedades qué llenan este largo recorrido.

¿Cuántas veces dejamos de dormir soñando algo? 

Me pasa y me seguirá pasando, les pasa y les seguirá pasando. Sin embargo, dejamos de vivir por soñar y cuando despertamos hemos dejado de vivir. Últimamente he estado tan ocupado qué he tenido una secuencia de momentos vividos dignos de una bitácora, pero por la ambición de soñar, los he dejado de vivir. Los contrastes qué experimentamos siempre nos hablan, en una suerte de interpretación mística he descubierto que los días más solitarios y tranquilos, tienen mucho más ruido de lo que un día agitado podría traer.

Mi fe católica me hace recurrir a la biblia donde consigo las palabras más adecuadas: 

"Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón." Hebreos 4:12

Entonces todo tiene sentido y nos hace pensar que la mente y el corazón están conectados y funcionan bajo un mismo lineamiento.

¿Por qué nos asustamos cuando nuestros más anhelados pensamientos comienzan a cumplirse?

Podemos pasar años soñando con eso y cuando lo tenemos, dejamos de disfrutarlo por miedo a perderlo como si dejar de disfrutarlo no fuera perderlo.

Posiblemente mis pensamientos en solitarios se refieran directamente a lo llena de ironías que está mi vida, posiblemente esté pensando más de la cuenta, pero si de algo estoy seguro es que si están leyendo esto se sienten identificados. Todos hemos vivido en una tiniebla, todos hemos salido de ella, todos hemos vuelto a entrar, porque de eso se trata pero ¿Realmente sacamos provecho y analizamos todo lo que experimentamos en esta transición?

Creo que debo de agradecer todo lo que he madurado y he vivido a mi corta edad, quizás estoy equivocado, pero ahora trato de sentir, de vivir, de pensar, de actuar y me equivoco, me equivoco muchas veces como todo humano, pero ya no me lo reprocho. Descubrí que el camino es la felicidad, la meta es la ida del plano terrenal.

Desde un principio advertí que este blog estaría colmado de mis pensamientos y mis inquietudes, sin que esto represente un "cambio de tópico" y es que siempre he estado ávido de respuestas pero cuando me planteo las interrogantes, simplemente vienen muchas más preguntas. Otra ironía, el teclado puede dar fe de la veracidad de cada letra que escribo.

Si con estas líneas te hice pensar sobre tu vida y sobre cómo analizas los momentos que vives entonces yo me doy por servido.

Nos seguimos leyendo,

Miguel Alejandro Gómez